miércoles, 2 de febrero de 2011

CARTA A MARCELO

Víctor Hernández

20 de Diciembre, 2010 - 00:00 | 201 comentarios


Envía77

Estimado Marcelo,

A últimas fechas has insistido, a mi parecer más de lo politicamente saludable, en ser candidato del PRD a la presidencia de la República en 2012.

Empezaste hace unos meses con tu declaración, en el noticiero de Joaquín López Dóriga, de que algunas encuestas te ponen por encima de Andrés Manuel López Obrador en las preferencias electorales, lo cual no se sustenta en ninguna encuesta cara a cara que sea digna de fiar.

Luego dijiste en una entrevista de radio que estarías dispuesto a debatir con AMLO y sugeriste que hay que darle prisa a la elección del candidato del PRD. Para marzo de 2011, dijiste.

No me caes mal, Marcelo. De hecho creo que has gobernado el DF en general bien. Pero creo que tu estrategia política está destinada al fracaso si insistes en ser tú el candidato para 2012. Peor: destinas al fracaso a la izquierda y a millones de mexicanos que queremos un cambio verdadero en México.

Lo digo porque tanto tú como yo sabemos que quien tiene el respaldo popular es Andrés Manuel. Por eso lo rechazan los panistas y los priistas en las encuestas. Tu fuerte en las encuestas, según la gente que te rodea, es que menos gente te rechaza. Pero el que los panistas y priistas prefieran que seas tú el candidato del PRD no quiere decir que van a votar por ti. Quiere decir que te prefieren porque saben que no les vas a poder ganar. Lo mismo pasó en 2006 con Cuauhtémoc Cárdenas. Lo preferían en la derecha como candidato del PRD porque sabían que no podría ganar.

Y tanto tú como yo sabemos, puesto que así lo han demostrado las encuestas, que si tú fueras candidato del PRD y AMLO candidato del PT y Convergencia, AMLO tendría más votos que tú.

¿Por qué entonces la necedad de tratar de ser tú a fuerzas candidato a presidente, Marcelo? ¿Qué necesidad hay de sabotear a la izquierda de esa manera?

Pero no te escribo sólo para reclamarte. Te escribo par hacerte una propuesta que te va a garantizar prominencia política a nivel nacional durante 12 años. No 6: 12 años. De 2012 a 2024. Con la presidencia incluída.

Suponiendo que lograras llegar al poder en 2012 con una alianza PAN-PRD--que lo dudo--llegarías sin el apoyo de la mayoría del PRD y sin el apoyo de la izquierda lopezobradorista. Te convertirías en otro Jesús Ortega--u otro Felipe Calderón--sin autoridad moral y sin apoyo popular para llevar a cabo tu plan de gobierno. ¿De verdad quieres eso? ¿A Ortega y a Calderón les ha ido bien? No ¿verdad?

Pero en cambio, si tú tomaras la decisión de no contender por la candidatura a la presidencia en 2012 y simplemente apoyar a AMLO, llegarías a 2012 siendo héroe de la izquierda. Te reconocerían por tu valor y por visión de estadista. Tu futuro en la izquierda estaría garantizado porque la gente te querría.

Ahora bien, la propuesta es que hables con Andrés Manuel y se pongan de acuerdo para que tú seas secretario de Estado en su gabinete. Mi sugerencia tanto para Andrés como para ti es que seas secretario de Gobernación.

En Estados Unidos los vicepresidentes para lo que sirven realmente es para que durante las campañas los nuevos candidatos tengan la manera de atraer a un electorado distinto del que ya atraen. Por eso Barack Obama eligió como vicepresidente a Joe Biden. Para atraer al electorado anglosajón y no sólo al electorado minoritario.

Lo mismo puede ocurrir en México. El secretario de gobernación es visto practicamente como un vicepresidente. Por consiguiente, si tú y Andrés hicieran el compromiso de hacer campaña para 2012 como fórmula--Andrés Presidente y tú secretario de gobernación--serían invencibles.

Ningún otro candidato revela los nombres de su gabinete antes de las elecciones. Es más, el único que lo quiso hacer en 2006 fue Andrés, proponiendo a Juan Ramón de la Fuente para Segob, a Rogelio Ramírez de la O para Hacienda y a José María Pérez Gay para la Cancillería. Felipe Calderón no quiso revelar los nombres de su gabinete porque sabía que iban a ser ampliamente rechazados.

Pero en tu caso es distinto. Tú, en efecto, cuentas con reconocimiento por la manera en la que has sabido gobernar el DF. Si la campaña fuera con la fórmula "AMLO presidente y Marcelo en la Segob", nadie se resistiría. Tendrían una ventaja amplia por encima de Peña Nieto y del que pongan en el PAN.

Tras ganar las elecciones en 2012, tú estarías en Segob, tal vez el puesto más visible del gabinete federal luego de la presidencia. Luego de 6 años de buen gobierno por parte de AMLO, tú serías el candidato natural de la izquierda para las elecciones presidenciales de 2018. Y la gente te apoyaría tal y como te apoyó en 2006 para el GDF gracias a la confianza que tuvieron en Andrés, con quien fuiste secretario de seguridad pública y luego de desarrollo social.

Para 2018 tú tendrás 59 años, Marcelo. No podría ser un mejor lugar y un mejor tiempo para tu candidatura presidencial. Porque además, como ya lo mencioné, tendrías el respaldo de 6 años de buen gobierno federal de Andrés y el respeto y el cariño de la mayoría de los mexicanos. No sólo de los que votarán por AMLO en 2012, sino de los que subirán nuevamente su popularidad hasta las nubes gracias a su buen gobierno.

Que conste: yo de esto no he hablado con nadie en el Gobierno Legítimo. Lo escribo de mi propia cosecha. Me parece que es la mejor manera de lograr el triunfo de la izquierda en 2012 y la continuidad del proyecto contigo en la presidencia en 2018.

Con toda sinceridad te invito a considerar esta propuesta, Marcelo. No estoy tirando caballazos ni te estoy mentando la madre. Te propongo lo que millones de mexicanos quieren proponerte: que seas tú el factor de unidad en la izquierda para que finalmente pueda México cambiar para bien. Desde luego extiendo la propuesta a Andrés Manuel para que pueda garantizarse la unidad de la izquierda en 2012.

Si Jesús Ortega hubiera declinado a la dirigencia del PRD, hoy tal vez no sería tan repudiado en la izquierda. No repitas su lamentable historia, Marcelo. Tú puedes ser un buen presidente, pero tendrás el terreno más fácil, y el país en mejores condiciones para gobernar, si te esperas a 2018. Así como Dilma Rousseff ganó gracias a Lula, tú podrás ganar gracias a AMLO.

Con un cordial saludo,
Victor Hernández
Creador de El Sendero del Peje
Director Editorial de SDPnoticias.com
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A los lectores de esta columna: Si están de acuerdo en lo que se publica en esta carta, por favor háganselo saber a Marcelo Ebrard picando el botón para enviarla a Twitter.

SEGURIDAD SOCIAL-ACCESO UNIVERSAL

La Jornada 2-II-2011 Ciencias 3a

¿Adiós al Papanicolaou? Asa Cristina Laurell

La literatura científica reciente reporta los resultados del uso de una nueva prueba de detección temprana de lesiones precancerosas –VPH-ADN o captura de híbridos–, basada en las cepas del virus del papiloma humano (VPH) de alto riesgo. Tiene mayor sensibilidad que el Papanicolaou, pero es menos específica. Por ello, a las mujeres positivas en VPH-ADN se les debe aplicar el Papanicolaou, pues detecta los casos reales y descarta los falsos positivos.

Los estudios parten de la premisa de que existen condiciones de atención y seguimiento adecuados y que la toma y lectura del Papanicolaou son de calidad. Los más importantes parecen tener solvencia científica y ética, aunque otros no satisfacen los estándares éticos de imparcialidad respecto de los intereses económicos involucrados.

Estos hallazgos han llevado a un cambio en el Programa de Cáncer Cérvico-Uterino (PCaCU), según se reporta en varias partes del país. Se dejó de hacer ambas pruebas simultáneamente y ahora a las mujeres de 35 a 64 años sólo se les practica el Papanicolaou cuando resultan positivas en la prueba VPH-ADN.

Al personal de salud, con justa razón, le preocupa el cambio porque interrumpe un programa instaurado sólidamente y aceptado. El nuevo procedimiento es además violatorio de la Norma Oficial (014-SSA2-1994, modificada en 2007) que establece que el nuevo examen sólo es complementario.

El Papanicolaou, junto con un descenso en la paridad, llevó a un decremento en 43 por ciento de la mortalidad por cáncer cérvico uterino (CaCU) entre 1990 y 2009, pero la disminución es desigual, pues varía conforme la condición socio-económica y lugar de residencia (Cancer Epidemiol Biomarkers Prev, 2008; 17:2808-2817).

El estudio también encuentra que en México el Papanicolau con frecuencia tiene fallas graves en la toma de la muestra y en la interpretación. Los datos oficiales reportan una cobertura anual de esta prueba del orden del 25 por ciento, cuando se requiere un mínimo de 35 por ciento de la población femenina mayor a 25 años. Son datos importantes para analizar el posible impacto del cambio de facto en el Programa de Cáncer Cérvico-Uterino que privilegia la prueba de VPH-ADN sobre el Papanicolaou.

Es un error pensar que el trabajo científico se agota en el descubrimiento y la comprobación de la eficacia de una nueva tecnología diagnóstica, como es el VPH-ADN. Para que tenga impacto real es crucial planear y evaluar la estrategia de aplicación práctica del descubrimiento, lo cual requiere conocimiento científico de carácter social.

En el caso del VPH-ADN parece que se piensa que el éxito es automático y se resuelve con una simple disposición burocrática. Para empezar se constata que la modificación no estuvo acompañada de la oportuna capacitación del personal de salud, lo que se traduce en deficiente información proporcionada a las mujeres tanto sobre el valor de la prueba como de los pasos a seguir para la detección segura y oportuna de las lesiones precancerosas. Si el personal tiene dudas, las trasmite a sus pacientes.

El PCaCU está identificado con el Papanicolaou en el imaginario social y cuenta con aceptación amplia gracias al trabajo tenaz de las feministas. Se requiere entonces de una labor intensa para explicar que el cambio de secuencia de las pruebas –primero VPH-ADN, luego confirmación con el Papanicolaou y eventualmente la colposcopía– permite una detección más confiable.

Por otra parte, el cambio debería ser la ocasión para corregir las probadas fallas en la detección de cáncer cérvico uterino. Un argumento en favor de la prueba VPH-ADN es la sencillez de aplicación. Su introducción sería el momento para lograr una cobertura equitativa y completa del tamizaje. Sin embargo, es inútil aplicarla si no se subsanan las fallas en la toma de la muestra y lectura del Papanicolau, sin el cual no se puede hacer un diagnóstico correcto.

Además se debe de construir un buen sistema de seguimiento, ya que sin él es dudoso que la prueba tenga el impacto deseable. Esto parece obvio, pero la ampliación de cobertura de detección temprana de los cánceres de la mujer no está siempre acompañada de medidas eficientes para curarlos o detener su progreso.

La solución de estos problemas, teóricamente, debería llevar a un descenso más rápido en las tasas de mortalidad por CaCU. Para constatarlo científicamente es indispensable diseñar un estudio de impacto longitudinal que incluya variables socio-económicas, de cumplimiento con la secuencia de pruebas diagnósticas, su calidad e intervenciones curativas realizadas.

secretariasaludgl@gmail.com

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